Mi cabeza en tu regazo
Déjame descansar por un momento mi cabeza en tu regazo.
Permíteme saborear esa calma reservada para quien lo tiene todo, para quien ha decidido conservar una sola pregunta y ya ha encontrado su respuesta.
Déjame escuchar como todos los ecos y el ruido de esos mundos paralelos que nacen de los "ojalá" y los "si hubiera", se desvanecen en la melodía absoluta de tu respiración y tus latidos. En la perfección de este instante infinito que trasciende todas las fronteras.
Permíteme excluirme del “todo" sobre tus muslos, y desde esa perspectiva pretender que finalmente lo comprendo. Que es mi almohada, que descansa bajo mi cabeza, que mis sueños descansan sobre mis sueños.
Déjame sentirme creador y artista. Que la única explicación posible de que encarnes tan perfectamente mis ideales sea que yo te haya inventado. Déjame creerlo, aunque no sea cierto, aunque la única verdad sea que el camino hasta encontrarte fue lo que me ha inventado a mí mismo.
Permíteme saborear esa calma reservada para quien lo tiene todo, para quien ha decidido conservar una sola pregunta y ya ha encontrado su respuesta.
Déjame escuchar como todos los ecos y el ruido de esos mundos paralelos que nacen de los "ojalá" y los "si hubiera", se desvanecen en la melodía absoluta de tu respiración y tus latidos. En la perfección de este instante infinito que trasciende todas las fronteras.
Permíteme excluirme del “todo" sobre tus muslos, y desde esa perspectiva pretender que finalmente lo comprendo. Que es mi almohada, que descansa bajo mi cabeza, que mis sueños descansan sobre mis sueños.
Déjame sentirme creador y artista. Que la única explicación posible de que encarnes tan perfectamente mis ideales sea que yo te haya inventado. Déjame creerlo, aunque no sea cierto, aunque la única verdad sea que el camino hasta encontrarte fue lo que me ha inventado a mí mismo.
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