Tarde de lluvia, pintura en proceso.



Un día lluvioso viene siempre cargado de significado, aún sin relacionarlo con las personas y sus emociones. Pero cuando consideras a ambas, a la lluvia en toda su magnifica belleza, detonante de todo tipo de acciones, y a las personas, con ese inmenso abanico de emociones en espera de cualquier pretexto para salir a la superficie, las historias que puede contar un día lluvioso, aún a través de una solo imagen, son muchas.

La imagen corresponde a una pintura en la que estoy trabajando, acrílicos sobre papel. La fotografía en la que me basé la encontré en Internet y lo que más me gustó de ella fue esa facilidad, no para contarte una historia, si no para generarte la necesidad de que tu mismo te la cuentes.

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