Elecciones 2012, y a mi que no me agradan los políticos.
Estuve pensado un buen rato si debería o no escribir algún comentario personal con relación al proceso electoral que vivimos este 1ro. de Julio de 2012 en cual los mexicanos tuvimos oportunidad de elegir a senadores, diputados y presidente de la república, no es el tipo de cosas que suelo mencionar en mi blog, de hecho no es un tema del que suela hablar en ningún lado, pero al final decidí hacerlo.
No busco convencer a alguien de mis ideas, tampoco espero escuchar comentarios de apoyo o palmaditas en la espalda que me hagan sentir que estoy bien y que voy en la dirección correcta, creo que no lo necesito, por supuesto tampoco las mentadas de madre. En este sentido me voy a abstener de manejar nombres de candidatos o partidos políticos, no es el propósito del post, lo que si quiero es dejar este texto como constancia de mi manera de pensar en este preciso momento de mi vida y como una reflexión personal que espero alimente en un futuro no muy lejano ese hábito que tengo de leerme y criticarme a conciencia.
Para empezar al momento de estar escribiendo este texto ya se dieron a conocer los resultados oficiales del conteo rápido y por lo tanto, a menos de que este ejercicio muestral este equivocado y la estadística no sea esa ciencia formal que me dijeron que era en mis años de universidad, ya sabemos quien será el presidente para el próximo sexenio.
Nos guste o no, lo cierto es que ha sido elegido por un mayoría relativa de los mexicanos, o dicho con otras palabras, que mas allá de lo que puedan variar los porcentajes de aquí a los resultados oficiales nuestro próximo presidente llega ahí sin ser la mejor opción para cerca del 60% de los mexicanos en edad de votar, pudiera parecer contradictorio pero esto es la democracia.
Estoy totalmente de acuerdo en que parte de ese 60% que no estuvo (o nos estuvimos) a favor del candidato "ganador" externe su opinión y su descontento por las razones que quieran (que motivos hay y muchos), nosotros no votamos por él pero al ser el ganador tiene la misma responsabilidad para con nosotros que la que tienen con los que si lo hicieron, no lo olvidemos y sobre todo no dejemos que él lo olvide.
Estoy a favor de movimientos que busquen informar, crear conciencia en las personas, de iniciativas que luchen por causas justas ya que no hacen si no procurar una mejor calidad de vida para todos. Con lo que no estoy de acuerdo (y nunca lo estaré) es con ese fanatismo en el que a veces se cae, digo cada quien es libre de identificarse y ser participe de una ideología política y sumarse a su causa haciéndola suya, todos tenemos derecho a creer que es la mejor, a defenderla, a promoverla, pero sin perder de vista algo esencial, el respeto. No importa si creemos que la nuestra es la causa justa, la correcta o la más inteligente, hay que tener un poco de humildad para darnos cuenta de que podemos equivocarnos, hay que respetar también la manera de pensar de ese otro 60% (por lo menos) que no piensa como nosotros.
Las pasiones son buenas, siempre y cuando podamos dominarlas, encausarlas y utilizarlas a nuestro favor. Dejarse dominar por ellas y dejar que tengan mayor peso en nuestra acciones que la lógica o el sentido común siempre resultará peligroso. No digo que traicionemos nuestra manera de pensar, nuestros ideales o que nos abandonemos a la apatía, por el contrario, defendamos a toda costa nuestras manera de pensar y de actuar pero que ambas vayan precedidas siempre de un argumento real y solido.
Es increíble la clase de comentarios que he podido leer hoy, algunos de risa, algunos de pena pero muchos exhibiendo una ignorancia casi tan grande como la pasión con la que fueron escritos.
Hay quienes no saben la diferencia entre lo que es el conteo rápido y el PREP (por citar un ejemplo) y sin embargo esto no impide que suelten todo tipo de comentarios al respecto, que se lancen a discutir con todo lo que se mueva con voces indignadas pero sin la menor base en la cual sustentar sus argumentos. Al final terminan (cociente e inconscientemente) siendo ofensivos con aquellas personas que no compartes sus mismas ideas, creo que esto lejos de ayudar, resta credibilidad a quienes intentan abordar el tema de una manera más seria y comprometida.
Es cierto que no todo es color de rosa, hay muchas cosas que merecen nuestra atención y que no deberíamos perder de vista, pero si levantan tanto polvo, tanta paja, resulta dificil distinguir verdaderamente cuales son los gigantes y cuales los molinos.
Por supuesto que también me he encontrado comentarios muy buenos, muy acertados, puntuales pero de estos tengo poco que decir y en definitiva nada que aportar que no se haya dicho ya de mejor manera y con mejores palabras.
Yo soy de los que a pesar de todo lo que se diga aún tienen confianza en las instituciones y por supuesto en los ciudadanos (funcionarios de casillas y observadores) que de manera voluntaria tienen a bien participar en este ejercicio democrático. La manipulación mediática y todas aquellas cosas raras que suelen llegar con las campañas es otra historia pero todos en mayor o menos medida tienen cola que le pisen. También estoy consciente de que las cosas están lejos de ser perfectas y que todos tenemos aún muchos detalles que corregir pero no queda más que seguir trabajando.
Dejemos de creer por un momento que todo gira a nuestro alrededor, salgamos de vez en cuando de esas burbujas sociales en las que a veces no encerramos y démonos cuenta de que ahí no acaba el mundo, veamos como son las cosas más allá de nuestro entorno más inmediato y será más dificíl que nos encontremos con sorpresas.
Es cierto que las cosas en un momento dado pudieran ponerse difíciles, pero es nuestra responsabilidad que eso no suceda, hoy vivimos en un entorno diferente, las condiciones no son las de hace 15, 20 o 30 años, hoy más que nunca disponemos de recursos y herramientas cuyo potencial ya ha sido probado, es nuestra responsabilidad acercarlas a las manos de la gente.
Como dije en un principio no es mi intención que acepten o compartan mis ideas, si lo hacen o no a mi me da lo mismo, yo igual seguiré respetando las suyas, lo que si les pido es que sean responsables y que todo aquello que hagan procuren sustentarlo siempre con una buena base de información.
Probablemente mis comentarios no sean los más acertados y simplemente esté exhibiendo mi propia ignorancia sin embargo es mi manera de pensar y lo mínimo que puedo hacer es esforzarme al máximo para tener la mayor cantidad posible de argumentos con los cuales defenderla. La ignorancia no es tan mala cuando uno se esfuerza por combatirla, lo peligrosos es la ignorancia combinada con la negación a aceptarla. Ni nuestro compromiso, ni nuestra responsabilidad terminan con el voto en la urna, en todo caso esto apenas empieza.
No busco convencer a alguien de mis ideas, tampoco espero escuchar comentarios de apoyo o palmaditas en la espalda que me hagan sentir que estoy bien y que voy en la dirección correcta, creo que no lo necesito, por supuesto tampoco las mentadas de madre. En este sentido me voy a abstener de manejar nombres de candidatos o partidos políticos, no es el propósito del post, lo que si quiero es dejar este texto como constancia de mi manera de pensar en este preciso momento de mi vida y como una reflexión personal que espero alimente en un futuro no muy lejano ese hábito que tengo de leerme y criticarme a conciencia.
Para empezar al momento de estar escribiendo este texto ya se dieron a conocer los resultados oficiales del conteo rápido y por lo tanto, a menos de que este ejercicio muestral este equivocado y la estadística no sea esa ciencia formal que me dijeron que era en mis años de universidad, ya sabemos quien será el presidente para el próximo sexenio.
Nos guste o no, lo cierto es que ha sido elegido por un mayoría relativa de los mexicanos, o dicho con otras palabras, que mas allá de lo que puedan variar los porcentajes de aquí a los resultados oficiales nuestro próximo presidente llega ahí sin ser la mejor opción para cerca del 60% de los mexicanos en edad de votar, pudiera parecer contradictorio pero esto es la democracia.
Estoy totalmente de acuerdo en que parte de ese 60% que no estuvo (o nos estuvimos) a favor del candidato "ganador" externe su opinión y su descontento por las razones que quieran (que motivos hay y muchos), nosotros no votamos por él pero al ser el ganador tiene la misma responsabilidad para con nosotros que la que tienen con los que si lo hicieron, no lo olvidemos y sobre todo no dejemos que él lo olvide.
Estoy a favor de movimientos que busquen informar, crear conciencia en las personas, de iniciativas que luchen por causas justas ya que no hacen si no procurar una mejor calidad de vida para todos. Con lo que no estoy de acuerdo (y nunca lo estaré) es con ese fanatismo en el que a veces se cae, digo cada quien es libre de identificarse y ser participe de una ideología política y sumarse a su causa haciéndola suya, todos tenemos derecho a creer que es la mejor, a defenderla, a promoverla, pero sin perder de vista algo esencial, el respeto. No importa si creemos que la nuestra es la causa justa, la correcta o la más inteligente, hay que tener un poco de humildad para darnos cuenta de que podemos equivocarnos, hay que respetar también la manera de pensar de ese otro 60% (por lo menos) que no piensa como nosotros.
Las pasiones son buenas, siempre y cuando podamos dominarlas, encausarlas y utilizarlas a nuestro favor. Dejarse dominar por ellas y dejar que tengan mayor peso en nuestra acciones que la lógica o el sentido común siempre resultará peligroso. No digo que traicionemos nuestra manera de pensar, nuestros ideales o que nos abandonemos a la apatía, por el contrario, defendamos a toda costa nuestras manera de pensar y de actuar pero que ambas vayan precedidas siempre de un argumento real y solido.
Es increíble la clase de comentarios que he podido leer hoy, algunos de risa, algunos de pena pero muchos exhibiendo una ignorancia casi tan grande como la pasión con la que fueron escritos.
Hay quienes no saben la diferencia entre lo que es el conteo rápido y el PREP (por citar un ejemplo) y sin embargo esto no impide que suelten todo tipo de comentarios al respecto, que se lancen a discutir con todo lo que se mueva con voces indignadas pero sin la menor base en la cual sustentar sus argumentos. Al final terminan (cociente e inconscientemente) siendo ofensivos con aquellas personas que no compartes sus mismas ideas, creo que esto lejos de ayudar, resta credibilidad a quienes intentan abordar el tema de una manera más seria y comprometida.
Es cierto que no todo es color de rosa, hay muchas cosas que merecen nuestra atención y que no deberíamos perder de vista, pero si levantan tanto polvo, tanta paja, resulta dificil distinguir verdaderamente cuales son los gigantes y cuales los molinos.
Por supuesto que también me he encontrado comentarios muy buenos, muy acertados, puntuales pero de estos tengo poco que decir y en definitiva nada que aportar que no se haya dicho ya de mejor manera y con mejores palabras.
Yo soy de los que a pesar de todo lo que se diga aún tienen confianza en las instituciones y por supuesto en los ciudadanos (funcionarios de casillas y observadores) que de manera voluntaria tienen a bien participar en este ejercicio democrático. La manipulación mediática y todas aquellas cosas raras que suelen llegar con las campañas es otra historia pero todos en mayor o menos medida tienen cola que le pisen. También estoy consciente de que las cosas están lejos de ser perfectas y que todos tenemos aún muchos detalles que corregir pero no queda más que seguir trabajando.
Dejemos de creer por un momento que todo gira a nuestro alrededor, salgamos de vez en cuando de esas burbujas sociales en las que a veces no encerramos y démonos cuenta de que ahí no acaba el mundo, veamos como son las cosas más allá de nuestro entorno más inmediato y será más dificíl que nos encontremos con sorpresas.
Es cierto que las cosas en un momento dado pudieran ponerse difíciles, pero es nuestra responsabilidad que eso no suceda, hoy vivimos en un entorno diferente, las condiciones no son las de hace 15, 20 o 30 años, hoy más que nunca disponemos de recursos y herramientas cuyo potencial ya ha sido probado, es nuestra responsabilidad acercarlas a las manos de la gente.
Como dije en un principio no es mi intención que acepten o compartan mis ideas, si lo hacen o no a mi me da lo mismo, yo igual seguiré respetando las suyas, lo que si les pido es que sean responsables y que todo aquello que hagan procuren sustentarlo siempre con una buena base de información.
Probablemente mis comentarios no sean los más acertados y simplemente esté exhibiendo mi propia ignorancia sin embargo es mi manera de pensar y lo mínimo que puedo hacer es esforzarme al máximo para tener la mayor cantidad posible de argumentos con los cuales defenderla. La ignorancia no es tan mala cuando uno se esfuerza por combatirla, lo peligrosos es la ignorancia combinada con la negación a aceptarla. Ni nuestro compromiso, ni nuestra responsabilidad terminan con el voto en la urna, en todo caso esto apenas empieza.
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