Siempre adelante

Cuando uno decide aspirar a lo más alto es lógico que tenga que enfrentar algunas caídas, de hecho, es probable que sean muchas y particularmente dolorosas. Sin embargo el mismo deseo que nos impulsa a perseguir estas metas, no confiere también cierta resistencia, nos hace a prueba de todo golpe, nos impide renunciar y nos permite levantarnos para intentarlo una vez más, es nuestra naturaleza.
Quizás ni siquiera sea nuestro destino llegar a la cima, pero viviremos y moriremos felices en el viaje, es lo que somos, siempre intentando, siempre adelante.